EL DEPREDADOR – Cuento
En mi mente habita un depredador. Siempre llega sin invitación, llega sin avisar. Ingresa sin más, sin mencionarse. Cuando me doy cuenta de que ha llegado, ya me tiene sujeta por el cuello, asfixiándome por completo.
Años atrás se disfrazaba tan bien que me hacía creer que yo estaba loca. Me era imposible reconocerlo y en múltiples ocasiones estuvo a punto de lograr su objetivo. Ahora que lo he descubierto, mi mente indaga: ¿Qué fue lo que hizo que en aquellas ocasiones él no ganara? No losé, tal vez, una luz o algo fuera de mi conocimiento.
Ahora, cuando llega, lo reconozco, pero aun sin disfraz me ataca. Me atrapa en la ilusión de un tiempo sin fin y me dice que no valgo nada. Entonces comienza la lucha en el gran Mar bajo la tormenta. Él me sumerge y yo intento nadar desesperadamente. En ocasiones, cuando lo reconozco, comenzamos a luchar. Yo ya tengo mi salvavidas, pero, en ocasiones, llega con mucha fuerza que me desgasta. Cuando por fin se va, me pregunto si algún día dejara de venir o si simplemente me tengo que acostumbrar a sus visitas inesperadas.
En algunas ocasiones su visita es como un pequeño bache que piso en mí vehículo y en otras un gran pozo en el que me hunde por tiempo indefinido. Es tan astuto que hay momentos en que tardó más de un día en reconocer que llegó, pues el juego de los disfraces aún le queda muy bien.
La cólera es su creadora. Ella lo hizo como señal de un corazón herido. El DEPREDADOR es la coraza del AMOR. Ha sido lastimado en múltiples ocasiones y solo tiene pocas respuestas. Es la sombra espesa y negra que surge cada vez que lo tocan con indiferencia, egoísmo, mentiras y falta de empatía. Olvida en ocasiones que él no es responsable de lo que afuera pasa, y en lo que se lo recuerdo, viene y deja estragos en mi interior.
Cree que ha creado una coraza impenetrable, pero yo sé que algún día he de descubrir cómo romperla.
Te presento a lo que por más de 20 años tardé en reconocer y yo llamo CRISIS DE UN SUICIDIO. Llegan sin esperar. Y debajo de esa sombra espesa y negra se encuentra una niña abandonada, lastimada y demás. Pero esa es su dualidad, pues ello le abre el corazón de maneras inimaginables para el simple ojo.
Ahora entiendes, ¿por qué muchos pierden la batalla? Las crisis no las controlas, solo te hunden. Mi salvavidas viene en forma de cruz, hombre, hijo, hermano, un todo, un carpintero y un pastor. Yeshua para la nueva generación.
Soul, Alicia en el país de las maravillas y Nimona. Solo son algunas películas que te muestran este sombrío mundo, dentro de la mente. No somos diferentes, solo NO somos iguales al resto, ¿por qué? Porque algo tuvo que abrir nuestros corazones para ustedes.
No te rindas, te veo, te ve y no estamos solos.
Por: AMOR Areli Olivares.